Si buscan a Teresa Martín entre sus contactos de WhatsApp para mandarle un mensaje instantáneo, no sigan porque no lo recibirá. Ni ella ni los demás propietarios del iPhone 3G, el primero que se comercializó en España en 2008. Su teléfono se ha quedado obsoleto para esta aplicación descargada por más de 50 millones de personas.
La historia se repite en cada uno de los casos a partir de diciembre. En la página de la aplicación informan de que hay una actualización disponible, pero cuando se descarga advierten que la nueva versión necesita el sistema operativo iOS 4.3 o posterior, cuando el modelo de móvil funciona con iOS 4.2.1.
La red bulle con los comentarios indignados de otros propietarios de este iPhone, que ven cómo su teléfono empieza a quedarse obsoleto para ciertas aplicaciones. “Ahora me planteo cambiar de aparato. De no haber sido por esto habría seguido utilizándolo hasta que se rompiera”, explica Teresa Martín, de 28 años, molesta por verse abocada a un nuevo gasto.
El servicio técnico de WhatsApp contesta a todas las quejas con un correo electrónico tipo, en el que atribuye toda la responsabilidad al gigante de la manzana: “Apple no permite que nuevas actualizaciones de aplicaciones sean compatibles con ambos iOS 6 [la última edición del sistema operativo] y con versiones anteriores, terminando el soporte para el iPhone 3G”. La compañía estadounidense, fundada en agosto de 2009, remite a su blog, en el que, ante el aluvión de preguntas, acusa a Apple de programar la obsolescencia de sus aparatos.
Apple no hace declaraciones oficiales al respecto alegando no querer entrar en polémicas. Los argumentos a su favor son que el problema surgió a partir de la actualización de WhatsApp el 7 diciembre, y que otras aplicaciones siguen funcionando perfectamente en el mismo teléfono.
“Apple es restrictivo en muchos aspectos, pero esta vez no ha sido su culpa”, defiende Christian Delgado un ingeniero de telecomunicaciones que ha conseguido solucionar este problema en el teléfono de su pareja. La gran cantidad de quejas y críticas obligó a la compañía de mensajes a desbloquear la última versión compatible con este modelo antiguo de iPhone, sin embargo es algo que no parece ser suficiente para todos los aparatos.
Apple no ofrece la cifra de modelos 3G que siguen activos en España. Tan solo cuatro años después de su comercialización, los que no han adquirido ya un nuevo teléfono se ven obligados a hacerlo. Algunos, como Clara Cortina, hacen gala de fidelidad. “No quiero cualquier otro tipo de smartphone, quiero un iPhone”, asegura esta valenciana de 27 años que también está ilocalizable para sus contactos de WhatsApp. Mientras que para Teresa Martín, el incidente ha colmado su paciencia. No quiere volver a ver una manzana ni en la cesta de la compra.